Como ella es muy calentona y él la tiene abandonada, yo -como buen cuñado- le doy su
respectivo trozo de carne para no tenerla en ayuna sexual.
Ella me lo agradece mucho y días antes de que su marido viaje me avisa por inbox que
estará sola en casa. Y vamos ocho meses de sexo y lujuria en todas su formas y por sus
distintos orificios.
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